domingo, 24 de noviembre de 2013

Camino de vuelta


Tras el inesperado suceso, emprendió la huida. Echó a correr, sin importarle las posibles heridas; sólo quería dejarlo todo atrás.

Después de alejarse a una distancia considerable (la que pensó que era prudente), se detuvo a descansar. En ese momento, mientras trataba de recuperar el aliento, vio las heridas que antes había ignorado.

Analizó lo sucedido, esperando a estar bien para seguir su travesía. Pero pronto se dio cuenta de que no podía seguir huyendo; era hora de regresar.
Estepas, junglas, cañones y ruinas. Reencontrarse de nuevo sería un duro camino de vuelta.




Perdió la batalla, ganó una salida
la huida al principio del fin comenzaba.
Curarse la herida, alcohol y saliva en la llaga
y en mente la meta de ser quien solía
y no ser jamás ese quien que esperaban.


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