jueves, 26 de septiembre de 2013

Hoy ídem del bello ayer

Lo bello por lo bello
no hay dudas en el placer
haciendo sangre el papel
llorando en su piel un sueño
alegre tan sólo espero
si la espera vale bien
porque no ansío el destino
si merece este camino que un muerto siga de pie.

Así formas seductoras
conquistan mentes profanas
suaves líneas que acaparan
como antes hasta ahora
corazones sin mirada
y ojos que lloran por nada
mientras siguen a la cola de los besos de su amada.




Suena el despertador y se levanta de la cama. Tras la ducha, prepara el desayuno y lee las noticias en internet.

Sale de casa, sube al autobús y paga el trayecto con su abono de transporte. Por la ventana mira el monótono paisaje urbano.

Trabaja eficientemente durante su jornada, sin apenas descanso. Durante el camino de vuelta a casa compra un tentempié; la misma tienda, la misma conversación de siempre.

Su móvil vibra y su corazón da un vuelco. Es ella, tiene que serlo.
Pero no lo es. Guarda el teléfono, su pulso se estabiliza.


Nada ha pasado, como todos los días.


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